miércoles, 3 de agosto de 2011

Cumple (8 de Septiembre de 2009)

Y aquí estoy otra vez. Esta vez con la sensación de que este ha sido el peor año de mi vida. El año en el que no he perdido a nadie pero en el que he sentido la mayor cantidad de dolor físico. Todo por culpa de ese accidente. Todo por culpa de ese error, de esa decisión tomada en un microsegundo. Me confirma que la vida no deja de escapar a nuestro control y que prefiero ser afortunado a tener talento.
El año empezó con un éxito desmedido en el terreno de las conquistas, con Luciana moviéndome el respaldo de la cama y con la aparición de Eva otra vez en escena. El episodio Bea-Irene... Mercedes... Y está acabando con Bibi. Me siento seguro en ese aspecto aún sintiendome totalmente amorfo a nivel fisionómico. No consigo encontrar la senda de mi bienestar y mi situación actual se constituye en una perfecta excusa.
Próximamente tengo la ilusión de vivir solo, de darle esa última oportunidad a mi verdadero yo. Crear un espacio aunque sea un espacio reciclado y temporal.
Ya tengo 34 años, me estoy acercando al ecuador de mi vida y aún me siento muchas veces como un niño pequeño.
No puedo dejar de escribir estas líneas sin la mención a mi gran proyecto empresarial donde esta vez el que tiene que demostrar muchas cosas soy nuevamente yo. Demostrar la supervivencia existencial, la capacidad de hacer algo notorio, la capacidad de crear y de saber evolucionar sobre la marcha.
En terminos de felicidad no ha sido un mal año, de nuevo rotación de amigos, mucha condescendencia en formato víctima. Y sobre todo un hecho que me coloca en el lado de la madurez... El haber sabido escapar de Irene, que venia a representar una nueva Marta en el sentido vampiresco emocional.
Espero que este año sea mejor ... Sé que será mejor. No sobreviví de ese accidente para despediciar mi vida estúpidamente.

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