mi secretaria está enamorada de mí.
Se le nota en la cara y en la actitud, comienza todos sus mails con un "hola amore" y los cierra con "muchos besitos", cada día intenta quedar afterwork para tomar algo, para tomar una cañas, para un "vamos a hacer algo, no?".
Las excusas de que "todavía tengo que trabajar", "hoy he quedado", "tengo planes" o la más habitual "estoy cansado" no amedrentan su voluntad.
Lo viene intentando por activa y por pasiva, fingiendo días melancólicos para observar mi reacción, crisis existenciales, desbordes de alegría espontánea que hay que celebrar.
Yo me mantengo inmutable, a veces creo que eso es lo que alimenta su fantasía, mi falta de accesibilidad...
Resulta más que obvio que no me gusta, que paradójicamente, la considero solo "una amiga", que es divertida, graciosa y locuaz, pero no me provoca cosquilleos, ni desvaríos, ni hace tambalear mi estructura de principios.
Por lo demás, vuelvo a un estado de ansiedad constante, fruto de una dispersión evidente en el trabajo que impide que me centre en terminar ciertos temas.Vuelvo a comer sin sentido, a esperar que venga la primavera y vuelva ver la luz del sol cuando salgo de trabajar.