sábado, 29 de diciembre de 2018

Otro año más...

29 de Diciembre de 2018
Estúpido año en el que vuelvo a tener la sensación de estar atrapado en una relación asimétrica, en la que vuelvo a dar y a ser juzgado por ínfimos detalles que ella comete en la misma o mayor medida.
De nuevo, rallado, solo, con esa sensación de que nadie escribe, de que nadie llama desde hace tiempo.
Me cuesta pensar que esto es todo otra vez y a veces me siento triste con una tristeza de las raras, aunque ella, esté en frente y me esté diciendo cosas muy bonitas.
Hemos vuelto a las malas caras, al silencio, a dejar ciertas tareas y evitar decir las palabras que quiero decir porque hay unos planes de por medio que estaría muy feo joder.
Me da miedo nochevieja y el hecho de tener que firmar un falso pacto de "hoy no nos vamos a joder la noche"...
No quiero volver a hablar con ella y me doy miedo a mi mismo, a lo que pueda hacer esta noche.
Traslada con sutil delicadeza ese mensaje de que puede que no se vaya a casa a llorar.
En fin, estoy en ese puntito en el que tal vez me sienta mejor estando solo que no estando con nadie.

domingo, 9 de septiembre de 2018

9 de Septiembre de 2018

Y lo desee.... y vino, ella vino, lo propuse de una forma sutil y vino, cogió el testigo, y aceptó.
Sí, lo hemos dejado, ya nada volverá a ser lo mismo, se acabo esa sensación de estar tranquilo, ahora, de nuevo voy a tener que buscar, a tener que conquistar y crecer continuamente, de esconder esas cosas que no me gustan de mi vida actual, como la de estar en un piso compartido.
Y la edad vuelve a sumar una unidad, otra vuelta completa y esta vez sin ningún tipo de interés en crecer profesionalmente, sino más bien en encontrar un amor, pero un amor verdadero, que me llene y con alguien que realmente me excite.
Es fácil pensar ahora que no voy a encontrar a nadie como ella, y que solo ella me podía entender en lo familiar y que podía entender mi total desinterés por lo profesional o por crear una vida basada en lo material.
Veamos lo que trae este nuevo año, 43, una cifra extraña... suma 7 dijo ella...

martes, 4 de septiembre de 2018

4 de Septiembre de 2018

Hoy de nuevo es uno de esos días más perdidos que vivimos, una cría 15 años más joven me ha dicho que realmente le importa mi edad para tener una relación o yo que sé.
Hoy me he reencontrado con un viejo compañero con el que he salido con una sensación más que desagradable, y no es la primera vez. Es como me hace sentir... tan poco equilibrado, tan prepotente, tan crítico... causaré yo esa sensación en M?
Es esa y solo esa la causa de mis problemas sociales y sentimentales? Esa sensación que causo por no ser natural, por juzgar demasiado, por estar todo el tiempo con el hemisferio derecho (o izquierdo) pensando y razonando, buscando números y aportando porcentajes.
Hoy tengo una tristeza rara, que se mezcla con soledad, con una nueva falta de libertad  derivada del hecho de vender 25 jornadas de nuevo al diablo.
Esta soledad me hiere, esta tristeza me engorda, esta sensación me vuelve pequeño.
No tengo una fórmula mágica, a veces, doy espacio a las sorpresas, como ocurrió el domingo, a veces no creo que vaya a ocurrir nada nuevo o bueno.
Mis objetivos son objetivos desde hace 10 años, y parece que me impiden vivir, el postergar, el tomar las decisiones más valientes.
Siempre estoy al borde del mejor en un momento futuro.

sábado, 10 de marzo de 2018

Miércoles, 6 de Septiembre de 2017

Miércoles, 6 de Septiembre de 2017

Y esto es el aeropuerto de T, de nuevo la vida me maravilla con sus caminos impredecibles, con sus recobecos y ramificaciones. Y este es un nuevo salto fuera de mi zona de confort.
Fuera de ese sentir cómodo, de pulsaciones bajas y pocos pasos, de apoyar la cabeza en almohadas y de posiciones horizontales, de partidas imposibles de vencer, de vídeos y contenidos que no aportan nada.
He salido, he visto el miedo, he visto la tristeza, me he reencontrado con muchos y complejos recuerdos de esa relación que me ha absorbido la vida, la energía, la motivación.
Y tal vez sea un problema de foco, tal vez sea un problema de propósito, pero hay un problema, y esta experiencia me ha servido para darme cuenta de eso, de que mi abanico es tan amplio que no consigo moverlo ni dar aire. Le abrumé con el desvario de mis pensamientos, le abrumé con mi "estoy en la vida, pero sin estar en ningún sitio".
Y ahora tengo más claro que me siento mejor cuando bajo de 90, que me siento mejor pensando que soy atractivo, que soy guapo, que tengo carisma, que soy capaz de sonreir y que soy capaz de comunicarme.
Y me encuentro también con fantasmas del pasado, con que a veces la falta de salud consigue erradicar cualquier tipo de motivación y que es uno de los parámetros que hay que meter en la ecuación. En esa ecuación de rutinas semanales, y que su importancia es muy alta, cada día más alta.
Y también me encuentro con mi aparente austeridad, austeridad sin motivación aparente y que me obliga a sentir y tomar decisiones que evitan luchar con las mejores armas.
Otra interesante conclusión es que parte de esa espada consiste en un ordenador potente y en un móvil útil y con buena tarifa de datos.
Ahora se impone tomar una decisión, y esa decisión parece que va a depeder de nuevo, de otras personas, así que me toca fluir, relajarme, darme caprichos, cuidarme, invertir nuevamente en mí.