lunes, 2 de agosto de 2010

36 horas

A las 36 horas del primer mensaje estaba metido en su cama. La excusa oficial era echar un siesta juntos. El primer invite sexual se resolvió con un tocamiento mutuo,el segundo con una penetración por mi parte insatisfecha.
La mujer "normal", tal y como se autocalificaba, resultó ser una madre divorciada con un pelo negro hermoso, ojos grandes y ligeramente saltones, labios carnosos y suaves, que construían hermosas sonrisas.
Tras el masaje de rigor ella tuvo su momento catarsis, soltando toda la mierda a la que una madre machista y posesiva la había sometido durante años.
"Desaprender" era la palabra...
¿Qué hacer con Rebeca?
Seguir conociéndola? seguir descubriendo?... tal vez de nuevo tenga miedo a la decepción...