jueves, 8 de marzo de 2007

metanavidad (domingo 17 de diciembre de 2006)

cenas, copas, más cenas, conversaciones estúpidas, resacas, báscula, termalgil, más cenas, "la firma", unas cañitas rápidas para "por lo menos vernos", pacharán casero, cajero automático, tarjetas de navidad,...Estos son los tags que mejor definen estas fechas para mí, asumida ya la total infección por el síndrome pre-navidad, ya solo me queda intentar menguar los daños.
Hoy me he vuelto a despertar con Eva a mi lado, no ha habido polvo de buenos días. El excesivo protocolo que existe en nuestras relaciones sexuales hace que pierda el interés y el deseo rápidamente. Apenas pasamos del misionero y gracias.Seguramente la relación termine muriéndose de forma natural como aquella planta feucha para la que nunca encuentras tiempo de echar agua.Ayer Eva volvió a encerrarme en una emboscada... esta vez en forma de cumpleaños de una "amiga" (con muchas comillas) y una cena en la que nadie conoce a casi nadie. Grupo más heterogéneo que heterosexual, mucho falso glamour, gomina y pelo hacia atrás, conversaciones sobre dietas, y escapadas al baño en grupitos de a tres para volver a la mesa con una sonrisa nerviosa, petarda con una tristeza en los ojos característica del prozac que alardeaba de tetas nuevas, personas que intentan pasar desapercibidas, personajes de Gran Hermano.El patético panorama que me esperaba me obligó a fingir un desmedido cansancio que terminó por la formal excusa y el programado mutis tras acabar la copita de rigor.
Lo que más me ha sorprendido, sin embargo, durante esta semana ha sido observar la idiosincrasia dentro de las relaciones que se establecen en mi empresa, ejemplo claro, de firma de gran tamaño, de personal muy cualificado, refugio de trepas, oportunistas, vividores y germen de los que serán futuros directores que controlarán las mayores empresas en esta ciudad (ya no digo país).Y fuera de todas las métricas que definen los de recursos humanos, evaluaciones de desempeño, planes de carrera, programas de desarrollos de habilidades, etc. Fuera de todo esto no hay mejor medidor que el "cómo te llama la gente" para saber en qué fase de progreso estás.He podido observar hasta cuatro niveles muy diferenciados:
1) que te conozcan por tu posición o el lugar donde estás... "es el nuevo de la tercera planta que entró este año"
2) nombre y apellidos, imperceptiblemente separados más tu departamento que constituye el apellido "pedroperezfinanciero"
3) nombre y apellidos, imperceptiblemente separados "pedroperez"
4) nombres propios: david, jorge...
Estos últimos son de los que gozan de un mayor reconocimiento dentro de la empresa, reconocimiento que se consigue a base de acercarse a las personas que tienen poder, mostrarte como un tipo desenfadado y con una capacidad inherente de saltarte el protocolo en las reuniones sociales, establecer vínculos con todos pero con ninguno en forma de amistad, adquirir y publicitar que has adquirido bienes materiales de cierta importancia BMWs, Audis, casa en la playa) y siempre tener un plan para un finde las próximas semanas al que te puedes apuntar.
En fin, es la empresa que me ha tocado vivir... o seguir la rueda o convertirme en un idealista ventajista que conciba esto como un trampolín a algo mejor...esta es la gran disyuntiva.
De esta forma se va consumiendo la primera etapa de estas navidades. La segunda estará marcada por mi viaje a mi ciudad natal para ver a mi familia... y la tercera, retorno a Madrid, nochevieja, propósitos de año nuevo, y vuelta al espacio de confortabilidad que consituye la rutina.

viernes, 2 de marzo de 2007

resucitando... (domingo 10 de diciembre de 2006)

sábado de gloria, domingo de resurrección...El plan B terminó improvisándose a base de salir jueves, salir viernes, salir sábado y un viajecito gastronómico a Ávila para ser seducidos por el sabor de un buen chuletón.
De nuevo el vaso de los remordimientos dominicales está lleno, de nuevo vuelve a emerger la luz roja de "chaval, tienes que bajar el ritmo", todo esto tras realizar un cálculo matutino de cuantas copas habían caído este finde. Diecisiete para ser exactos... mi hígado y yo mantenemos una antigua disputa sobre quien acabará con el otro antes...
Mis crueles intenciones de "ligar para olvidar" mi ambigua relación con Eva no han dado su fruto. Al parecer he perdido mi toque seductor en los bares (si es que alguna vez lo tuve). Como mucho conseguí acercar a alguna mujer hasta la zona de la pista donde yo bailaba, e incluso alguna osó colocarse justo delante para facilitar un supuesto acercamiento, pero ellas no cuentan con el factor 46, que no es otra cosa que mi número de pie, que provoca que el supuesto acercamiento se convertía en pisotón, disculpas, enrojecimiento de sus mejillas y posterior alejamiento.
No tengo la culpa de medir 1.85, ni calzar el pie que calzo, cosa que a veces ha dado pie, nunca mejor dicho, a hacer la gracia "chica, no sabes que todo va en proporción??...En fin, que ni el corte de pelo del jueves, ni los comodines autobronceadores ni los caciquecolas lograron darme las dosis de autoestima necesarias para pasar de la intención a la acción e intentar conocer a alguna mujer interesante.Tampoco lo consiguió una conversación por messenger prometedora con Elena. Elena es Madrid, opositora, 30 y... es también una necesidad alarmante de que un tío la escuche y la valore,... dispuesta a dejar a su novio de varios años porque "las cosas están mal". Le tiré un farol... "quedemos esta noche" y ella se tiró otro... "no podemos quedar porque acabaríamos juntos", todo esto tras un nuevo intercambio de fotos y piropos de rigor. Suena tan estúpido como realmente resulta ser. Peligrosamente intuyo que será mi próxima relación ambigua.
Hoy me llamó una de mis ex, con derecho a "cuota de atención", a amistad pactada y a roces tontunos cuando nos encontramos muy de vez en cuando. La mujer que hizo que aprendiera y desaprendiera de las mujeres, intensa, viva y, a la vez, muerta, compleja como un sudoku. Llamó para comunicarme un problema familiar, y para demandar su dosis de atención que oportunamente siempre tendrá, en deuda por todo lo que me hizo sentir.
El domingo se escapa, otro domingo más se escapa entre películas que veo pero que no acabo de atender, pasta con napolitana, el "buscador de historias", mensajes de móvil y conversaciones de messenger... seres hiperconectados como diría Punset...