miércoles, 27 de febrero de 2008

mi secretaria

mi secretaria está enamorada de mí.

Se le nota en la cara y en la actitud, comienza todos sus mails con un "hola amore" y los cierra con "muchos besitos", cada día intenta quedar afterwork para tomar algo, para tomar una cañas, para un "vamos a hacer algo, no?".

Las excusas de que "todavía tengo que trabajar", "hoy he quedado", "tengo planes" o la más habitual "estoy cansado" no amedrentan su voluntad.

Lo viene intentando por activa y por pasiva, fingiendo días melancólicos para observar mi reacción, crisis existenciales, desbordes de alegría espontánea que hay que celebrar.

Yo me mantengo inmutable, a veces creo que eso es lo que alimenta su fantasía, mi falta de accesibilidad...

Resulta más que obvio que no me gusta, que paradójicamente, la considero solo "una amiga", que es divertida, graciosa y locuaz, pero no me provoca cosquilleos, ni desvaríos, ni hace tambalear mi estructura de principios.

Por lo demás, vuelvo a un estado de ansiedad constante, fruto de una dispersión evidente en el trabajo que impide que me centre en terminar ciertos temas.Vuelvo a comer sin sentido, a esperar que venga la primavera y vuelva ver la luz del sol cuando salgo de trabajar.

2 comentarios:

L.A dijo...

qué difícil situación! encima tenés que verla sí o sí. Sin escapatoria y tratando de sostener una batería de excusas ridículas para no tener que estar a solas con ella ni un minuto siquiera, lo cual empeora las cosas. Creo que son rachas horribles en las que una te sale mal y te salen mal todas. Pero pasa, todo pasa.
besos y ojalá que se te pase lo más pronto posible.

Anónimo dijo...

Las cosas claras y el chocolate espeso, que se dice ... ahora bien, lo que uno no puede evitar es que el prójimo tenga ilusiones ;).
En ese caso "ajo y agua". Déjate conocer más en tu día a día y se le pasará.

Y sigo diciendo que unas buena dosis de vitaminas te ayudará con esa ansiedad, ya lo verás.