lunes, 4 de septiembre de 2017

4 de Septiembre de 2017

Te entiendo... me gustaría decirle, te perdono... me gustaría que sintiera.
Todo lo que hicimos fue una sucesión de emociones encadenadas que nos llevaron a ese punto... ese punto de no retorno, en el que ella piensa que no merece la pena, que no merezco la pena.
Y aquí estoy yo, a 9.000km de distancia, incapaz de conciliar el sueño, viviendo una nueva mentira, con una versión 2.0 del sueño argentino.
Esta vez de otra nacionalidad, a prueba de mis prejuicios.
Y los prejuicios ganaron, o al menos está ganado la falta de chutes de hormonas que me producía esa relación...
Todo se ha vuelto tranquilo, las pulsaciones no llegan a 100, las motivaciones desaparecen tan pronto como han llegado.
Y quiero volver, deseo volver, refugiarme en mi refugio interior, volver a ver una cifra de 40k para sentir que puedo hacer lo que me dé la gana un par de años, vivir sin el stress de pagar las facturas que la exposición social produce.
Y me re-encuentro en espacios onanistas, cuando lo tengo todo, quiero lo que me falta, me falta tú... perfecto sueño de un verano acabado en 5...

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