sábado, 31 de diciembre de 2016

2016-2107

A placer, puedes tomarte el tiempo... necesario. Y eso es lo que estoy haciendo y lo que voy a hacer, porque pasa otro año más y la incertidumbre de en qué punto estaré dentro de una nueva vuelta al sol, de desde donde escribiré y a quién amaré, me devora la mente.
Ha sido un año extraño, un año de casi amar, un año de casi enamorarme, de Londres, de volver, de volver por ella, porque realmente no quería estar tan lejos de mi nuevo espacio de confort. Y volví, y mi espacio se desvaneció y ella me torturo a base de pequeños arañazos a la base de mi identidad.
Y de esta forma, tengo nuevas heridas que curar, tengo nuevos espacio que descubrir, y que descubrir y tengo nuevas personas a mi alrededor, que hacen preguntarme el por qué algunas de las personas que están hace tiempo en mi vida todavía no han salido definitivamente.
A veces se quedan con su ligadura en una red social, en un perfil de whatsapp, en una presencia de mis innumerables registros de vida.
Y encaro 2017 sin objetivos concretos y con todos ellos, no hay un discontinuo, no hay un antes y un después, todo vuelve al punto donde estaba, el eterno cambio, el eterno redescubrimiento.
Y vuelvo a mirar por la ventana, buscando pezones que olvidé buscar este año en las playas, y que me traen nuevos delirios de juventud.
Y por fin acabo un segundo sueño de emprendimiento, un sueño que resultó ser una venganza por matar el mio primero, y trabajo en cosas que no entiendo, y conozco a personas que no veo, y de nuevo la esperanza de un mañana mejor, de un nivel de estabilidad que solo da los derechos adquiridos.
Poco me queda para la primera fase... tal vez tome decisiones importantes en ese momento...
En todo caso, feliz 2017 y por favor, vívelo! vividlo!

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