sábado, 24 de diciembre de 2016

24-diciembre-2016

Y ahí esta, su llamada, tan predecible como incierta, tan cordial como lejana. Qué tal el trabajo? Qué tal estás? La estupidez en algunos de sus razonamientos y de sus conclusiones dejaban entrever un nerviosismo extremo. Su cordial acompañamiento afirmativo recogía con calidez mi "hola" cercano. No te guardo rencor, no te guardo amor, no te guardo...
Y el pecho vuelve a encojerse con su soledad, y el colgar vuelve a traer a la mente una neuva pregunta que acompañar....
ella solo fue el antidoto de mi soledad, durante todo un año, durante todo un año...
Y vienen a mi cabeza discusiones sin sentido que solo demostraban que nos debiamos la atención que necesitaban nuestros miedos.

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