domingo, 5 de agosto de 2007

saturación prevacacional

Retomo de nuevo el blog después de unos problemillas de acceso, de contraseñas y de desganas motivadas muchas veces por una falta de asimilación de lo que te está pasando.He absorbido grandes dosis de energía a base de algo tan estúpido como comprarme una moto. La ciudad se ha comprimido varios enteros. Madrid ahora me resulta más cercana que nunca. De la misma forma, esto me ha aproximado físicamente a mis amantes, que ahora son cuatro, después de varios fines de semana afortunados en el garito de siempre...Las visitas de "estoy en tu casa en 20 minutos" se han convertido en algo muy tentador, y sobre todo, excitante, la imagen de la visita corta, intensa, únicamente para saciar pasionalmente cada encuentro se constituye como el paradigma perfecto para realmente no pensar ni decidir que quiero hacer con cada relación.
Empiezo a sentirme mal de nuevo con Eva, "la oficial", comienzo de nuevo a dejar de mirarle a los ojos, a inventar salidas con amigos que ella conoce para dejarla tranquila, a descubrir la sombre de la sospecha en su mirada. Me jode porque hace mucho tiempo que no me encuentro tan cómodo y cercano con una persona aunque infinitamente lejano en el aspecto sexual.
Yolanda, la última ingresada en este particular club tiene pareja. Pareja que resulta ser un tio casado que la manipula para su beneficio. Relación absorbente y tan posesiva como obsesiva. No creo que vuelva a verla hasta después de vacaciones, si bien a nivel físico me atrae infinito a nivel persona deja mucho que desear, ni siquiera la encuentro en el mismo nivel, a riesgo de resultar clasista.
Esmeralda trabaja en una de las más importante empresas tecnológicas del mundo, en la parte de publicidad. Una cara de niña traviesa, cutis perfecto, cuerpo sinuoso, aunque diseñado a escala. Suple su baja estatura con una multiorgasmidad que resulta muy agradecida en la cama. Tan desinhibida como pérdida, sale de una relación absorbente con el novio con el que convivía.
Isa es una abogada de despacho de segunda que pone celosa a la mujer de su jefe, tiene una mirada distraida y verbaliza de una forma especial, diferente, extraña. Mira con una mirada de antidepresivos hasta que nos encontramos en la cama, donde los gestos de pasión se mezclan con rasgos de dolor. Después de dos encuentros básicamente sexuales se tiró el discurso "necesito entablar rasgos afectivos para seguir esto", le respondí "encontremolos a partir del sexo".
Esta semana he vuelto a llenar el cajón de preservativos, cada vez que rasgo una funda rasgo un trocito de mi integridad. No adivino como agotar esta situación.. No adivino a encontrar el día que no me seduzca

4 comentarios:

pilar dijo...

Te devuelvo la visita...Me gusta tu forma de contar ;) No dejes el blog, y sigue contando.Hay muy buena verbosidad...
Por cierto, deberías pasar ya de esa Eva...

Más saludos ;)

Ros dijo...

que capacidad... ya querría yo...

buenos días.

siemprepierdo dijo...

Uf que estress oficial y tres mas,,,

continua contando que me gusta como lo cuentas

Un saludo

Anamen dijo...

Creo que para llevarme a la cama hay dos maneras, o me ganas por los ojos y por la mente (y estas dos tienen que ir unidas, sine qua non) o me ganas por el corazón. No puedo tener simultáneos, ni de la primera especie, los pruebo, los conozco, los aprendo y normalmente nos desechamos, para ellos yo rara, para mi ellos aburridos y predecibles. Los primeros no me llenan, los segundos muy escasos.