jueves, 25 de junio de 2015

Sinvergüenza

Eso es lo que pienso de él, de la persona que me ha estado acompañando durante los últimos 10 años en el lado profesional, con la que he construido conjuntamente tantas ideas y tantos negocios que hemos llegado a triunfar tanto en nuestras cabezas que en la realidad ya no tenía sentido.
Diez años y se cierra un ciclo y se cierra de forma fea, echándonos a la cara errores de antaño, infidelidades al compromiso, egoismos varios...
Hemos construido y hemos impactado en 30.000 personas y hemos hecho que se encuentren para interactuar, para jugar, para conocerse, para quemar calorias, para dejar a un lado la obesidad, para disfrutar de la serotonina...
Y mi enésimo nuevo yo empieza de nuevo a construirse tal vez con el efecto del bailador de salsa, ahora que sé bailo peor que nunca porque ahora sé que lo poco que sabía...
Me cuesta tanto fluir como confiar en mis posibilidades, en gestionar mis afectados sin el eterno miedo a la decepción de las personas, a que dejen de decirme que se van al otro lado del charlo...

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